El reconocimiento de la existencia de una sociedad multicultural no es suficiente para el desarrollo de nuestra sociedades. Este domingo se hacía eco el periódico El País de la realidad existente en muchas aulas norteamericanas, ejemplificadas en las del distrito escolar de la ciudad de Nueva York.
Los datos son más que preocupantes: por ejemplo, centros escolares donde el 85% de la población escolar es de raza negra. En otros, el número de estudiantes de raza blanca difícilmente llega a la decena. El apartheid urbanístico y económico está haciendo estragos en unos centros escolares, en la que una mayoría de sus estudiantes reciben el almuerzo gratis, como ayuda social al mantenimiento familiar.
Datos que hacen pensar y que nos retrotraen más de 50 años atrás en la historia por los derechos de las minorías sociales.
Fotografía publicada en El País, 15 de junio de 2014. El director de la Bedford Academy High School de Brooklyn, Adofo Muhammad, en marzo, en una clase en la que solo hay estudiantes negros y latinos. / Bebeto Matthews (AP) |
La alternativa probablemente no pase por el reconocimiento estático de la multiculturalidad sino por la dinámica que puede generarse con un conjunto de actuaciones que mejoren las relaciones interculturales.
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